Localización

Inicio de la ruta

Área recreativa de La Pesanca, cerca de Espinaredo, en Piloña, a la que se llega por la carretera PI-4, desde Infiesto, después de atravesar las localidades de Espinaredo y Riofabar.

Aparcar el coche

Existe un aparcamiento dentro del área recreativa de La Pesanca.

Resumen de la ruta

Se trata de una ruta de baja difilcultad que discurre por una pista fácil de caminar, paralela al río Infierno (río Espinaredo) durante la primera parte del camino. Esta ruta coincide en sus primeros tramos con la Ruta pico Vízcares, PR-AS 289. 

Abandonamos el área recreativa de La Pesanca cruzando el puente sobre el río Espinaredo o río Infierno, tomando la pista forestal que discurre paralela al río.

Dejamos atrás las casas de El Muñizón y la majada Degoes al otro lado del río, y llegamos a la altura del puente Degoes que atravesaríamos si quisieramos ascender al pico Vízcares. En nuestro caso continuaremos por la pista principal, para internarnos en la foz y en el parque natural de Redes, dentro del concejo de Caso.

A partir de este punto esta prohibida la circulación de vehículos sin autorización. Durante todo este trayecto y hasta que abandonemos la compañia del río Infierno, podemos contemplar multitud de cascadas, saltos de agua, pequeños raviones, toboganes naturales y trayectos donde el río va completamente encajonado entre paredes de piedra. Todo un espectáculo.

Un poco más adelante abandonaremos el río Infierno para avanzar en dirección de otra foz: la foz de los Cubilones, creada por el arrroyo Cubilones, uno de los afluentes del río Infierno.

Cruzamos el arroyo atravesando el puente de las Corberas e internándonos ya en el monte de Moñacos o monte Corbera: castaños, robles, avellanos, acebos y sobretodo hayas, nos acompañarán durante este trayecto. La pista avanza en zig zag con ligera subida atravesando la ladera del monte que presenta una fuerte pendiente en algunos tramos.

La pista va avanzando en dirección a la foz, que alcanzamos después de un par de revueltas finales. Ante nosotros se encuentran los murallones de la foz de Moñacos, atravesadas por el arroyo del mismo nombre, y que dan acceso a la majada de Moñacos.

Descripción del itinerario

Comenzamos la ruta en el área recreativa de La Pesanca junto al cartel indicador de la ruta PR-AS 289 pico Vízcares, ruta con la que compartiremos la primera parte del trayecto.

En los alrededores de esta preciosa área recreativa existen multitud de rincones de gran belleza.

Hay pozas con aguas cristalinas llenas de verdor.

Cruzamos el puente anexo para tomar la pista forestal al otro lado del río Espinaredo o Infierno. La pista, fácil de caminar, va paralela al río pero no pegada a él. Existe una pequeña vega que nos separa del mismo.

Discurrido un kilómetro aproximadamente alcanzamos las casas del Muñizón y algo más adelante divisamos la majada Degoes al otro lado del río. Poco a poco la pista se va elevando

Vista a la majada Degoes dese la pista por la que caminamos.

Al acercarnos al segundo kilómetro de nuestra ruta, el camino gira hacia la derecha según nuestro avance y nos encontraremos con la desviación que habría que tomar si nos dirigiéramos hacia el pico Vízcares, con su puente de madera.

En ocasiones es el mismo camino el que nos ofrece momentos especiales, como el de esta babosa dándose un festín a cuenta de una deliciosa seta.

Nosotros seguiremos por la pista principal que permanece pegada al río Infierno en dirección su foz. Podemos divisar multitud de pozas, cascadas, toboganes y zonas donde el río va completamente encajonado entre paredes de piedra.

Poco después de cruzar el puente El Mercadín, comienza una zona con algunos de los rincones más hermosos de la ruta, preciosas cascadas, pozas y corrientes.

En algunas fotos solo falta la Xana...

LLegamos así (sobre el kilómetro tres de la ruta) a un punto en el que abandonaremos el cauce del río Infierno, para continuar en dirección a la hermosa foz de Cubilones formada por el arroyo Cubilones, afluente del río Infierno.

Cruzamos el arroyo por el puente de las Corberas, adentrándonos en el monte Corbera o monte Moñacos. Castaños, avellanos, robles, acebos y, principalmente hayas, serán nuestros compañeros de viaje al atravesar la empinada ladera de este monte. La pista zigzaguea en ligera pendiente.

Los hayedos son bosque especiamente hermosos en otoño: tonos verdosos se mezclan con amarillos, rojizos y ocres.  

Unos dos kilómetros después de cruzar el puente de las Corberas divisamos ya la foz de Moñacos, compuesta por dos paredes calizas verticales atravesadas por el arroyo Moñacos.