Ruta del alba
Localización
Datos técnicos
Inicio de la ruta
La ruta comienza en Soto de Agues, al que se accede por la SC-2, una vez llegamos a Rioseco.por la AS-177.
Aparcar el coche
Existe un aparcamiento gratuito en el pueblo de Soto de Agues, con numerosas plazas de aparcamiento.
Resumen de la ruta
La ruta del Alba o Foces del Llaímo, es una preciosa y conocida ruta, de poca dificultad, del Parque Natural de Redes. Transcurre junto al río Alba, que forma numerosas cascadas, pozas y saltos de agua, en su recorrido. Pese a estar el firme hormigonado en sus primeros kilómetros, la ruta merece la pena de principio a fin, aunque las partes más bellas y los saltos mas espectaculares, se encuentran en la parte final de la ruta.
La ruta está catalogada como monumento natural, es lineal y tiene una longitud total de unos 14 km y dificultad baja. Es frecuentada por todo tipo de senderistas, familias con niños incluidas.
Comenzamos a caminar dentro del pueblo en dirección sur hasta el lavadero del pueblo, un poco más adelante nos encontramos con el cartel de inicio de la ruta. Caminamos por una pista ancha y hormigonada, por donde solamente pueden circular vehículos autorizados.
A los pocos minutos de empezar a caminar alcanzamos la piscifactoría, hoy en deshuso, rodeados de avellanos, espinos blancos, castaños y algún roble.
Avanzaremos entre zonas de pasto, sin alejarnos nunca demasiado del río, hasta llegar a la zona del Campurru, donde encontraremos los cargaderos de la mina de Los Pandanes o mina Carmen (mina de mineral de hierro en las laderas del monte Llaímo) y una fuente con su abrevadero. Un poco más adelante pasamos junto al puente Retortoriu que cruzaríamos si quisieramos realizar la ruta de La Collada Isorno, pero nosotros continuaremos ruta en dirección a las brañas de La Vega, donde el camino se va transformando en un sendero que penetra en las Foces de Llaímo.
Aunque hasta ahora la ruta contaba con lugares hermosos y pozas muy bonitas, es a partir de este lugar donde disfrutaremos de los lugares más espectaculares: cascadas, raviones, rápidos, pozas, toboganes...
Atravesaremos un par de puentes sujetos literalmente en la peña: La Pontona y La Resquiebra, hasta llegar al final de la ruta en la Cruz de los Ríos, donde hay un pequeño refugio con algunas mesas de madera.
Descripción del itinerario
Desde este lavadero seguimos la pista hormigonada que nos llevará al lugar donde se encuentra el inicio oficial de la ruta, unos metros más adelante.
Comenzamos a caminar por una pista muy cómoda, hormigonada, que nos acompañará durante los primeros kilómetros de la ruta. Abajo la figura de la Peña Xerragua.
Al poco tiempo llegamos a las instalaciones de la piscifactoría, hoy en desuso.
Y nos vamos internando en las partes más estrechas del río Alba, siempre junto al río de aguas transparentes.
Son numerosos los saltos, pequeñas cascadas, raviones y pozas que vamos contemplando, camino de la parte final de la ruta donde, adentrándonos en las Foces del Llaímo, disfrutaremos de las cascadas más espectaculares.
En algunos tramos el río discurre practicamente a nivel del camino, en otras ocasiones discurre encajonado entre paredes de roca, unos metros por debajo de nosotros.
A cada paso descubrimos rincones especiales y cada rincón guarda un pequeño tesoro.
Hay rincones que parecen de cuento, solo falta La Xana sentada en una piedra alisándose el pelo.
Llegamos a la zona conocida como El Campurru, donde encontramos uno de los varios paneles explicativos a lo largo de la ruta, en este caso nos advierte de la presencia de unos cargaderos de mineral de hierro, donde se almacenaba el mineral que se extraía de la mina Carmen o mina de Los Pandanes, en la ladera del monte Llaímo.
Los cargaderos los encontramos un poco más adelante, totalmente tomados por la vegetación. Desde los cargadero se llevaba el mineral de hierro hasta Rioseco, donde se cargaba en un pequeño tren minero para su transporte hasta Laviana.
Llegamos a la zona del Retortoriu, donde encontramos una pequeña vega con varias cabañas reconstruidas, una pequeña fuente, y el conocido puente Retortoriu, por donde nos desviaríamos al realizar la ruta de La Collada Isorno.
Fuente retortoriu con sus aguas limpias y refrescantes
Puente Retortoriu: cruzando éste puente nos encaminaríamos a la la ruta de La Collada Isorno, PR AS - 120.
Seguimos camino de las brañas de La Vega, lugar donde termina la pista asfaltada y comienzan Las Foces de Llaímo, pero antes de llegar tenemos casi media hora de camino con lugares increíbles. Musgos, pozas con cascadas, helechos de cuento y la peña horadada por la acción del agua formando toboganes.
Llegamos al fin al cruce de caminos de La Vega, donde existe una pequeña área recreativa de descanso. Bordearemos el área recreativa por la derecha, introduciéndonos en Las Foces de Llaímo, donde el camino se estrecha recorriendo la parte más espectacular de la ruta, con una sucesión de rápidos, cascadas, toboganes, pozas de mayor entidad que las anteriores.
Llegamos al primero de los puentes, de medio punto, que nos quedan por cruzar: el puente La Pontona, cuyos pilares parecen incrustarse en la roca caliza. La foto está hecha desde un lateral, fuera del recorrido de la ruta.
Desde este "apartadero" tenemos a la vista ya, la cascada más impresionante de toda la ruta. En realizada es un gran salto de agua precedido de otra caída-tobogán y varios pequeños saltos después.
Después de subir algunos peldaños de piedra colocados en la ruta, avanzamos acercándonos al final de la ruta. Primero cruzaremos el último puente: el puente La Resquiebra.
La ruta aún nos premiará con algunas pequeñas cascadas y rápidos más.
Después de un pequeño descanso emprendimos camino de regreso, yo con la idea de explorar un pequeño sendero que parecía llevar a la base de una cortina de agua que caía lateral a la ruta. Espero no aburrir con tanta fotografía pero creo que merece la pena...
Importante.
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Lo que para una persona puede resultar fácil, para otra no. Que una ruta pueda ser realizada por niños no significa que no se deba acometer su realización sin más, sin equipamiento adecuado, forma física ni vigilancia de los menores.